Este domingo me tocó comulgar, primero en el principal gesto de amar al prójimo, y luego acudir al Zócalo con motivo de la protesta contra la Reforma Energética propuesta por Enrique Peña Nieto.
MoReNa y Andrés, repitieron la hazaña de transportar a miles de personas desde el interior del país, de tal suerte que la centenaria Calzada México Tacuba fue el estacionamiento de 2.6 Km para los autobuses que transportaron desde Oaxaca y otros lugares a sus simpatizantes.
A otros nos tocó desplazarnos en el sistema Eco Bici para verificar que el Zócalo seguía ocupado por las tiendas del campamento del Magisterio y que todo el Centro Histórico había vivido un cierre al tráfico de autos, haciendo peatonales tanto el Eje Central y hasta 20 de noviembre.
Fue evidente que los miles de mexicanos que vinieron del interior, aprovecharon para hacer turismo y sumarse a las compras de todo el comercio de República de El Salvador y Uruguay entre otras calles. Al parecer, las concentraciones de MoReNa repercuten en una derrama económica para el comercio y restaurantes del centro y la zona de la Alameda, pues me tocó constatarlo en el Barrio Chino, restaurante Shangai que visita mi familia desde los años sesenta y en donde estaban comiendo los manifestantes de mayores ingresos con sus familias. Como se había dicho, fue una concentración política y familiar, con sus integrantes desde bebés hasta de la tercera edad.
Los camiones del cuerpo de granaderos estaban aparcados en la calle de Independencia con un ambiente muy relajado.
Como el Zócalo estaba ocupado, la reunión de Andrés fue sobre la avenida Juárez y había contingentes entrando al primero pasadas las 13 horas, aunque la cita inicial fueron las 10 de la mañana. Los sistemas de transporte colectivo trolebús y metrobús fueron interrumpidos en sus recorridos por el centro, reanudando su operación normal hacia las 14 horas.
Un ambiente similar nos espera para el próximo domingo 22 de septiembre, en que nuevamente saldremos a protestar y a manifestarnos en contra de la Reforma Energética, la Educativa y la Hacendaria que el gobierno ha realizado, pues tienen la terrible intención de privatizar las utilidades por la explotación del petróleo, despedir al cuerpo docente actual en un par de lustros y aumentar el iva por la renta de viviendas, el pago de hipotecas y el pago de colegiaturas.
Frente al abuso del poder tenemos la divina oportunidad de comulgar.