En pequeños lapsos de tiempo entre asambleas y debates,
entre discursos y propuestas, vemos orgullosos el camino que hemos recorrido. Y
es que hace tan sólo dos meses, las preocupaciones eran diferentes. Eran
entregar tareas, llegar temprano a clases, preparar alguna exposición, éramos
ajenos a lo que le sucedía a nuestra Alma Máter.
Directivos, personal administrativo, consejos generales y
técnicos, preparaban y aprobaban planes y programas de estudio. Un nuevo
reglamento interno que atentaba contra la calidad de nuestra educación y contra
nuestros derechos como estudiantes del Instituto Politécnico Nacional.
¿Quién iba a pensar que de la Ley de Newton a la Ley
Orgánica íbamos a pasar? Y de la estructura molecular a la estructura del
Congreso Nacional Politécnico.
Comunidad Politécnica: No hay marcha atrás, hemos tomado el
destino del Instituto en nuestras manos, con ello, se vislumbra una oportunidad
histórica, una oportunidad que trae consigo, múltiples retos. Tenemos ante
nosotros el desafío de transformar al Politécnico y hacer frente a los retos
del porvenir, reivindicando los principios que le dieron origen al Instituto,
haciendo propio el estandarte de las finalidades con las que fue creada nuestra
Casa de Estudios; el reto de innovar día con día; de no reproducir las
estructuras de autoridad caducas que con la verticalidad de la toma de
decisiones y la exclusión de los sectores, sumergieron al Politécnico en un
estado de pasmo, doblegando los ideales politécnicos, anteponiendo los
intereses de unos pocos, implementando modelos que no contemplan el contexto
nacional, sino que nos encaminan en un falso proyecto de Nación.
Este día hemos dado un gran paso, hemos avanzado de manera
sustancial, reivindicando la lucha organizada, pues sin lugar a dudas, esta es
la forma para recuperar las conquistas del pueblo, que le han sido arrebatadas
por el poder político y del capital. En este escenario, la organización ha sido
el puente para que la democracia materialice la voluntad de la comunidad.
La Democracia como la voz del pueblo, representa una
herramienta para que la sociedad dirija la vida y proceder de las
instituciones, no obstante, debido a la falta de participación, apatía y desinformación,
la Democracia se ha convertido en un medio para que las decisiones de la
minoría con poder impongan las suyas. Por ello, debemos fortalecer las
estructuras de las bases, creando un tejido que permita la unión de toda la
comunidad, dentro y entre las unidades académicas, así como de los diferentes
sectores de la comunidad, con el objetivo de defender y darle continuidad a la
transformación y verdadera democratización de nuestra Casa de Estudios, por lo
cual, el levantamiento del paro y la apertura de las escuelas, no significa el
término de este movimiento. El movimiento debe continuar hasta que se respeten
los derechos de los de abajo, de los que no sabemos decir no, de los que hemos
aceptado todas las consecuencias. Perder lo material no significa nada para los
que preferimos estar de pie, aunque el suelo sea blando. No venimos a pedir nada,
hemos venido a tomarlo todo, porque los derechos no se piden, se exigen; no se
mendigan, se toman.
Durante las diferentes etapas del movimiento, se ha hecho
evidente que no somos un ente aislado, que lo que aqueja al Politécnico, es
consecuencia de la desestabilización que el mismo Estado ha propiciado desde
sus cúpulas del poder, en este, el Estado fallido. La violencia y represión
estatal, la falta de compromiso de nuestros gobernantes, la repartición de
bienes en manos de unos cuantos, la corrupción, el amiguismo… es lo que ha
sumido al país en una profunda crisis social y ética, en donde los gobernantes
se han cegado ante las necesidades del pueblo.
Hemos comprendido que nuestra lucha, es la lucha de los
estudiantes, de los trabajadores, del pueblo de México. Nuestra trinchera es el
Politécnico, pero nuestro objetivo es el cambio nacional. El pueblo está ya
cansado de promesas y de compromisos sin cumplir, tal y como sucedió en los
Acuerdos de San Andrés, donde se firmó por parte de las autoridades
involucradas, sin embargo, nunca se llegó a concretar lo contenido en el
acuerdo, quedando solamente un papel firmado, con un contenido aprobado pero
sin llegar nunca a cumplirse.
Está comprobado que el gobierno federal sólo busca firmar
acuerdos, sin comprometerse realmente a cumplir las demandas ya aprobadas.
Por este medio, la comunidad politécnica y la sociedad en
general, exhorta a las autoridades presentes a cumplir con los acuerdos
generados dentro de esta mesa de diálogo. Que el compromiso no sólo sea en
papel, sino en actos contundentes y en acciones de voluntad, honestidad y
responsabilidad, que lleven a la materialización del trabajo realizado en este
movimiento.
Nuestra lucha no concluye con la firma de acuerdos, es sólo
el primer paso para lograr la materialización, lucha que debe ser fincada y respaldada
por la organización, el trabajo y el compromiso de cada uno de nosotros. Esta
es la última vez que aceptamos una imposición. De ahora en adelante la
comunidad politécnica será quien decida su propio destino.
Señor director, tiene ante usted dos opciones: O se
convierte en el director que hace historia, como el hombre que concilió y
reunió en un Congreso a toda la comunidad, o se convierte en el segundo
director que no concluye su periodo. Porque tenga por seguro que la comunidad
politécnica le estará vigilando en todo momento.
Agradecemos a todos y cada uno de ustedes que conforman el
movimiento, y a aquellos que no coinciden con nuestras ideas, la pluralidad es
vital y fortalece al movimiento. Nuestros más sinceros respetos a los que
resguardan nuestras instalaciones durante el día, la tarde y la noche; a los
que cocinaban para todos, a las brigadas de difusión, de comunicación y a todos
los que han puesto un grano de arena para llegar hasta esta situación. Pero sobre
todo, le agradecemos al pueblo de México, que ha estado apoyando a los de su
clase, a los trabajadores, a los de abajo, a los sin nombre, a los
politécnicos.
Alumno politécnico: Lo que has hecho, es histórico, pero
recuerda que no te pondrán un monumento, no tendrás más reconocimiento que el
de tus compañeros, familia y amigos. Ninguna vocacional tendrá tu nombre, ni te
subirán puntos por ello. Aun así, debes sentirte orgulloso, porque luchaste por
tus ideales, porque cambiaste la forma de pensar de muchos ciudadanos. Porque
miles de politécnicos en el futuro te recordarán por el esfuerzo que hiciste el
día de hoy. Debes estar orgulloso porque les contarás a tus hijos que alzaste
la voz, que el Huelum sonó por toda la ciudad, y que si el país está quizá un
poco mejor, es por tu dedicación y tu trabajo.
Hacemos un llamado a las organizaciones civiles y a las
organizaciones estudiantiles: Que no declinen, que se fortalezcan mediante la
organización, porque juntos ponemos en práctica nuestras filosofías, porque Por
nuestra raza hablará nuestro espíritu, en nuestra Casa Abierta al Tiempo, porque
Nada humano nos es ajeno y pondremos siempre la Técnica al Servicio de la
Patria.
https://www.youtube.com/watch?v=I4xNFhhV8ss