miércoles, 5 de octubre de 2011

Soy bastardo homosexual

Encontré tres condiciones en las que según la Real Academia de la Lengua un hijo es bastardo: Nacido de una unión no matrimonial, de padres imposibilitados de contraer matrimonio antes y o después de mi nacimiento, o ilegítimo de padre conocido.

Y yo cumplo las tres, aunque son como repetitivas. Lo cierto es que mi padre estuvo casado antes y después de mi nacimiento, pero con una mujer distinta de mi madre. Y al reconocerme, me confirmó bajo la tercera de las condiciones en que la sociedad antigua, clasificaba a los humanos.

En el libro de Bisexualidades, entre la homosexualidad y la heterosexualidad entendí que para explicarnos y entender lo que nos rodea, la humanidad ha tendido a nombrar y clasificar lo conocido. Sin embargo este afán puede resultar limitativo frente a la multiplicidad, la diversidad, el pluralismo, la variedad y la heterogeneidad. Jaja, muchas palabrejas. Luego entonces, algunos autores afirman que los humanos nacemos pansenxuales, es decir, que podemos sentir rico con lo que se mueva, y lo que no se mueva también, y que con el desarrollo, la convivencia, las experiencias, la tradición y la crítica, los individuos vamos determinándonos por naturaleza, que no por decisión, en menos pansexuales que al nacer, limitándose las opciones placenteras del rango policromático, los grises, al blanco y negro.

Así como el matrimonio monogámico surgió para resolver los problemas del patrimonio familiar, y como se propuso el celibato sacerdotal también para eliminar las disputas que de los bienes de la Iglesia tenían los herederos de los curas, tuvieron que delimitarse los derechos de los hijos sobre los legados de sus padres, surgiendo así el término bastardo.

Esta figura pseudo “civil” ha formado parte importante de la cultura televisiva mexicana, que ha fincado en los hijos con las sirvientas, o del capataz, los hijos incómodos o desconocidos, la matriz para una variedad de historias con el mismo secreto en el inicio y la misma espectacular revelación en el último capítulo.

Pues me he topado con una WebTelenovela genial, La Bastarda, que utilizando este y muchos otros clichés de los teledramas, ha construido una historia que siendo de lo más predecible y conocida, tiene un maravilloso reparto solamente de hombres, que al viejo estilo sheiskpieriano interpretan un nutrido grupo de personajes: La señora nueva rica, ambiciosa y prepotente, la hermana sumisa convertida en su ama de llaves y que juntas guardan terribles secretos de sus pasados, donde hubo hijos dados en adopción a un horfelinato y gemelas separadas el día que vieron la luz. Las sirvientas humilladas, sirvientas divertidas, choferes protectores y serviciales, mujeres que de campesinas con un mínimo de instrucción y suerte se convierten en diligentes ejecutivas que salvan a flamantes empresarios, etc.

Esta Web serie, si bien con un capítulo inicial desastroso por lo que se refiere al ritmo, velocidad, producción y recursos, va cobrando un desenvolvimiento genial y extraordinario conforme avanzan los capítulos. Percibo que en la musicalización hay una clave importante del efecto general, pues lo que los parlamentos; tan pobres como los de la televisión tradicional mexicana, no logran, en cuanto al tono dramático, chusco o de suspenso; es logrado mediante la sonorización y que según percibo tiene creaciones originales para La Bastarda. También la sonorización original les ha permitido incorporar algunos musicales que narran ciertos pasajes de la historia.

Para fortuna de la audiencia en línea, la producción incluyó también nuevos personajes muy terciarios que suman momentos de comicidad, unos a cargo de los actores principales y otros no, que recrean un grupo de amigas popis, un grupo de amigas de señoras de alta alcurnia, las sirvientas del rumbo, un trío de monjas con un toque afro, y un trío de teporochas del barrio. De igual forma fueron incluidos un par de marionetas, que recuerdan el musical Avenida Q.

Por lo que se refiere a imagen, los creadores lograron generar ambientes espectaculares gracias al movimiento de cámaras y los ángulos. En particular creo que el enfoque cenital, es decir, combinar en un diálogo la toma lateral a nivel de personas, con una ascendente desde el centro de la conversación hacia el techo, transmite dramatismo y dinamismo en la pantalla. Lo mismo está grabada en interiores como en exteriores y algo en lo que debieron echar todos los recursos por la ventana, es una escena dentro del Palacio de las Bellas Artes y algunas locaciones del Centro Histórico, en una vecindad y en la Condesa, con una bella casa del Parque España, entre Guadalajara y Veracruz.

Es una web novela en 20 entregas que ha pasado de las 500 visitas a más de 14mil en las últimas emisiones.

He de agradecer al amigo Gerard por haberme insistido en tolerar los errores de los primeros dos capítulos, que me aburrieron tremendamente, para luego estar a risa y risa y sorprendido con las bofetadas, las puntadas, las caracterizaciones, los musicales y los distintos recursos empleados para lograr que la historia de las hijas de Tony Valverde, y no es mi amigo de Tikicia, llegaran a muchos hogares del orbe.


sábado, 1 de octubre de 2011

Una extraña emoción

Primer amor; una extraña emoción
se apodera de mí; es ternura y pasión.
Es volar hasta el sol, en las nubes flotar.
He perdido el control, todo me hace vibrar.
¿Cómo fue que pasó?, fue con gran sencillez:
Al oírlo decir te amo a ti, esa primera vez.

Recuerdo cuánta emoción me producía esta canción y su versión para el comercial de Coca Cola en 1988. Era la traducción que de First time interpretaba Rocío Banquells. Tal borrachera generaba en mí, que me empujó a emitir mi cándido comentario frente a mamá, de cuán maravilloso sería realmente encontrar el amor tal y como lo narraba la canción. ¿Blanca Ivonne o Alejandra? ¿Cuál chica habré tenido esos días en mi fantasía? O en una fantasía en el profundo inconsciente, era yo el besado por un chico esa primera vez. Seguro estoy que nunca la tuve, sólo que la letra es cantada por una persona que era abordada por un hombre.

Mamá entonces me enseñó que el romanticismo era irreal, me dijo que jamás sucede o me sucedería como la canción lo afirmaba. ¿De dónde salió ese comentario? Hoy mismo sólo me imagino con tremendos desorbitados ojos escuchar la maldición que mamá emitía, a sabiendas de que la maldición de la madre alcanza. No me quedé callado y respondí enfurecido y vociferando el reclamo de que yo no tenía ¿por qué repetir su historia?

Pero alcanzado estoy. No tengo la vena romántica y se que soy un matapasiones. Amando y queriendo, pero aterrizo al que ande volando hasta el Sol y flotando en las nubes. Controlando y como en vibrador con batería desgastada.

El jueves tuve el tino de ir al concierto de Yuri. Un espectáculo en donde se nota el esfuerzo creativo de la veracruzana, que ofrece a un pueblo globero lo mejor que hay en un país donde no se cultivan los grandes conciertos, ni las grandes producciones. Por supuesto que es algo muy poco visto, y por lo mismo es extraordinario, ver plumas, hombres cargándola en andas, tronos, pedestales, una docena de cambios de vestuario, grandes pantallas en donde sus videos ex profeso creados para el concierto hacen de brillantes, coloridos y animados escenarios, para cada canción. Todos los aplausos y ovaciones más que merecidos.

Me pareció sobrada en volumen y luces, será cosa de las cuatro décadas. En mi gusto, aunque los arreglos refrescaron todas las melodías, me hizo falta orquesta. Mucho bailarín, suficiente, aunque con coreografías hechas para templete de pueblo. Seguro que más que majestuoso para todos los del primer nivel del auditorio, que no tienen posibilidad de ver el escenario desde arriba, ya que desde el nivel medio eran visibles los enormes espacios no cubiertos por el cuerpo de baile, que podría haber desarrollado grandes desplazamientos y movimientos en una mayor superficie sobre el escenario. Si un ballet de quince o más integrantes se dedica a hacer el mismo movimiento corporal, todos en su sitio, y alineados como un batallón, no agregan la espectacularidad que alcanzarían si aprovecharan los cánones de la música, o si ocuparan el segundo y tercer plano. No. Todos formaditos al frente, como cuando los niños en un bailable quieren ser vistos por sus madres en primera fila.

Me sorprendí de que sin ser su seguidor, me supiera la mayor parte de la letra de sus interpretaciones. Claro, si me ha acompañado toda mi vida, pues tiene mi edad sobre los escenarios. El viaje en el tiempo, al que me llevó, me hizo revivir las emociones y sensaciones que experimenté entre los 15 y los 20 años.

Ese efecto en mí valió mucho la pena, me hizo rescatar el anhelo de la extraña emoción.