¿Por qué es imperativo desnudarse?
¡Desnúdame, desnúdate, desnúdale, desnúdalo, desnúdala, desnudémonos, desnúdense, desnúdenlos, desnudadse!
Busqué la conjugación en la Real Academia Española y no salí de dudas, fue más bien el corrector automático de Word el que me guió para darles la orden a todas las personas del singular y del plural.
Bueno, y claro que ¿por qué?, pues ¡por favor!
Ya les platiqué de mis aventuras al desnudo, la penúltima fue la de Desnudando mi homofobia, pero no fue la primera, esa fue el 17 de diciembre de 1971, cuando me encontré a todos vestidos sobre esta Tierra.
La más reciente fue este primer fin de semana de abril en la que asistí a la 11ava celebración del grupo nudista de hombres gay G Natura. El escenario, una bella casa en Cuernavaca, con alberca y jardines. La concurrencia, aproximadamente 50 hombres entre los 20 y los 65 años y un perrito pelirrojo. Los 300 pesos incluían la entrada, el hospedaje por una noche, las comidas y las actividades entre las que se anunciaba el tema de Estereotipos y la elección de la reina 2011.
El taller de reflexión sobre los estereotipos que la sociedad tiene de los hombres gay comenzó ya entrada la tarde sentados alrededor de la alberca. Fue el turno de presentarse y dar ejemplos de lo que la sociedad nos dice que somos:
Somos promiscuos
Somos cultos
Somos sensibles
Somos afeminados
Somos histéricos
Somos celosos
Somos asesinos
Somos débiles
Somos putos
Somos adictos sexuales
Somos pedófilos
Somos travesti
Somos pulcros
Somos delicados
Somos incapaces de criar
Somos artistas
Somos infieles
Somos estrafalarios
Somos estilistas
Somos modelos
Somos chichifos
Somos corruptores de menores
El taller alrededor de la piscina se vio interrumpido por tres sucesos. El retraso del conductor del taller, por lo que comenzó muy tarde, el nivel de alcohol que ya había hecho estragos en tres o cuatro chicos y la noticia del asesinato de Gabriel.
Rafael y Gabriel estaban invitados. La noche del viernes ambos se comunicaron por celular para afinar los detalles para la hora de salida a Cuernavaca. Por la mañana del sábado, el segundo no llegó a la cita con el primero, no respondía el teléfono hasta que finalmente la terrible noticia llegó por boca de la hermana de Gabriel. Lo habían encontrado muerto dentro de su departamento. Aparentemente el chico que conoció en el antro, la noche del viernes, fue quien le diera muerte.
Escuchar mi nombre, como el titular de la muerte de un crimen de odio, me cimbró. Me hizo recordar las veces que yo me he acompañado con un chico al que acabo de conocer. Ni cómo tener detalles del hecho, hubiera sido muy doloroso y seguramente ignorado por Rafael, quien había buscado en el grupo hacer la mínima denuncia y advertencia, así como el cobijo entre los iguales.
Amnistía Internacional tiene una sección 44 LGBT que hace trabajo para que se prevenga, diferencie y resalte el crimen de odio, que las estadísticas oficiales ocultan tras crímenes pasionales o asaltos comunes. Los antros promueven las reglas para hacer un ligue seguro, en el que sugieren hacer del conocimiento de los amigos o familiares, las direcciones, el no aceptar bebidas de terceros y tomarse fotografías para enviarlas por fon.
Pues el taller se vio interrumpido, justamente por un hecho que da cabida a que se generen los estereotipos, por lo que queda pendiente dentro de los temarios de G Natura.
Ante la noticia y la interrupción Ernesto, que conducía el taller nos convocó a tomarnos de las manos, para en fila sin soltarnos, fuésemos al centro del jardín y partiendo de Rafael como centro de una espiral de cuerpos desnudos, y abrazados, desde los que se elevó el canto escocés de Robert Burns y que yo hasta entonces no conocía su versión en español: No es más que un hasta luego y que los sajones lo cantan la Noche Vieja.
Nuevamente conmovedora experiencia. Me tocó estar en el primer giro de la espiral, estrechamente abrazados, sintiendo el tremor y el llanto de Rafael. Debe tener una estatura de más de 1.80, pues mi frente quedaba a la altura de su pecho, sentí el impulso de estrecharlo y recosté mi cabeza ahí. El canto siguió y entonces vino su desplome, quedando en vilo suspendido por nuestros cuerpos.
Enseguida vino la taquiza. Ya había nadado, chapoteado y peloteado un buen rato en la alberca. ¡Qué sensual experiencia! Hacía hambre también. Para esto, siempre es bueno ver cuerpos masculinos, atributos y defectos y porno en vivo de los voluntarios exhibicionistas.
Ser completamente nudista tiene su chiste, no cualquiera se atreve. A la celebración se colaron muchos gays que siguen sin aceptar su cuerpo tal cual es, escudándose en sus calzones, en su ropa entallada, bajo los pretextos más tetos como protegerse del sol, pudiendo utilizar la sombra de los árboles, o mientras instalaban sus tiendas de campaña. La reunión resultaba heterogénea, pues no estaban interesados en el nudismo, que tiene un origen de culto a lo natural, tal y como es entendido en Europa, sino que había chicos que no dejaron sus estereotipos en sus casas, sino que lo cargaron para sí mismos durante la reunión.
El chef que nos preparó sendas cacerolas de guisados, sopas y ensaladas portaba justificadamente su delantal. Un chico amoroso de nombre René, que por lo mismo tiene sazón, lucía todo su dorso con nalguitas y todo. Por cierto, vayan a su fonda, está en la Roma , Puebla, frente a la capilla de la Sagrada Familia.
La tarde deparaba más charlas, más arrumacos, más libación, felación, sex show y tantito más de alberca ya sin sol. Cada quien lo que quisiera. Hubo abstemios cero alcohol, célibes cero sexo.
No nos conocimos todos. Hubo reencuentros y grupos preestablecidos donde ya se conocían y al no haber ninguna otra dinámica, permanecieron semicerrados. Por lo que a mi respecta tuve la oportunidad de conocer a un par de médicos, uno urólogo con postgrado en psicología que labora en el IMSS y un joven estudiante morelense que estudia derecho.
A partir de las ocho comenzó la noche de las estrella-das. Casi todos aficionados, sólo uno profesional del travestismo. Así, tuvimos las imitaciones de Tatiana, Mónica Naranjo, Bimba y Miguel Bosé, Madonna, Astrid Haddad, Shakira, y una cantante antigua (de los setenta) que mi memoria con poco cultivo musical no tiene registrada.
El espectáculo fue divertido, mucho. Tod@s aficionad@s presentando en mi sentir, mayor calidad de lo que yo he visto en El Marrakesh, antro gay en el centro.
Algunas amigas me han preguntado por mi “gusto oculto” por el travestismo, y aunque reconozco el gusto por los sensuales vuelos de las telas, no me atrae el imitar una mujer, sin embargo si alcancé a percibir el efecto catártico y liberador que para los hombres tiene hacerlo, por lo que quedo invitado a prepararme algún disfraz travesti, como ya se los había compartido con mi Gorda Maravilla de mi ocurrencia anterior.
La velada se prolongó. Los de baja resistencia tecolotera, buscamos la cama apenas llegada la media noche, noche larga por el ruido. Cuatro hombres en mi cama, sólo yo encuerado, los otros entre vestidos y cubiertos por las sábanas. Al parecer el último cayó y calló a las 5 de la madrugada. Al que peor le fue, durmió sentado. La noche fue libre para el baile, el libe, el sexo y el sueño, cada quien lo administró como pudo y a su antojo.
La mañana incluía desayuno. Hubo sandía para los crudos, papaya para los estriñidos, café para los soñolientos, pan dulce para los desgastados. Luego hubo chilaquiles para el que alcanzó.
La mañana del domingo fue sencillo diferenciara a los nudistas convencidos. Lucían relajados, descansados, desnudos aún. Felicitaciones a los fundadores y defensores de G Natura, donde todo cuerpo desnudo es bello, para que comiencen alegres su doceava vuelta alrededor del Sol.
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