26 de abril de 1986
Estaba terminando mi primer año de vocacional. Cuatro años después conocí en la Ibero , dentro de mi clase de Cuidado del Medio Ambiente, un documental sobre la tragedia nuclear que había experimentado la Tierra en manos de la entonces Unión Soviética. En aquella época se acusó al gobierno de Miguel Gorbachev de ocultar la información de lo sucedido en el reactor de la Central Nucleoeléctrica de Chernobylskaya. Él se excusó en que los informes de los científicos, fueron los que ocultaron la información.
Hoy, 25 años después, está sucediendo algo similar con la Nucleoeléctrica japonesa, los directivos de la empresa han callado y no han respondido a las dudas cada vez más crecientes entre la población nipona, que desde años atrás ya tiene evidencias de los informes sobre el insuficiente mantenimiento de la planta hoy en apuros.
Busqué el documental que entonces nos mostró mi profesora, sin embargo no lo encontré, y según me ofreció el buscador de videos de Google, hoy hay un sinfín de documentales que fueron mostrados por la televisión de todo el mundo.
La actual catástrofe ha puesto de nuevo en la palestra el tema de nuestro consumo energético, generado por el estilo de vida al que nos hacen desear, todas las industrias capitalistas. Cuando el error sucedió bajo un gobierno socialista fue fácilmente manipulado para atribuir el peligro, más al régimen económico y político, que a la naturaleza radioactiva del manejo de la producción energética.
El documental que encontré y del cual les copio la liga indicada al final del texto, es un ejercicio interesante, de la televisión privada española, porque relaciona la realidad de Pripyat, la principal víctima de la Central Nucleoeléctrica con las ciudades cercanas a las Centrales Nucleares Españolas. En él se citan las conductas corruptas de las empresas productoras de energía en la península y nos hacen medir qué tan cerca estamos del Señor Burns, dueño de la más famosa Central Nuclear de Fox televisión.
Creo que la catástrofe humanitaria del Japón está siendo explotada como cualquier otra desgracia, por las fundaciones “humanitarias”. En mi sentir no imagino a ese país, potencia económica, necesitado de dinero y de donaciones. Requieren tiempo para recuperarse con sus propios y abundantes recursos financieros y tecnológicos, y ojalá revolucionen su actual sistema de vida para volverse un ejemplo distinto con menor demanda energética y mucho más cuidadosos de la superficie habitable, porque en eso si son muy pobres los japoneses: No cuentan con grandes territorios en donde asentar a sus ciudadanos y para el cultivo, principal fuente de alimentos para el consumo humano.
Habrá que buscar detener las importaciones del Japón, todas, pues sabemos que del pasado accidente ruso, el gobierno mexicano nos trajo leche radioactiva en polvo.
El territorio europeo afectado en la zona de Chernobylskaya, no podrá ser habitable sino hasta dentro de 26 mil años. ¿Qué tan lejos estamos de Laguna Verde, asiento de la Central Nucleoeléctrica mexicana? Riesgo de una Nucleoeléctrica
No hay comentarios:
Publicar un comentario