¿Cuántas
planas hicieron cuando aprendían a escribir? Parece que es una lección
universal de caligrafía en el mundo occidental, sin importar la lengua que se
hable o escriba, porque quienes utilizan pictogramas tienen una caligrafía más
elaborada que nuestros simples palitos y bolitas.
Pues
bien, el domingo estuve entre encuerados, o sea, en bolas en una convivencia
con mis amigos de G Natura. No conozco el dato de nadie en mi familia que
practique el nudismo y si supiera quién, no sabría si podría compartir igual de
desinhibido con ellos. Sería utópico el reto de convertirnos en una sociedad
donde la desnudez fuera tan aceptada como lo fue en el principio de los
tiempos, donde cubrirse sólo fuera una necesidad natural para enfrentar el frío
y no una convención social inspirada en la vergüenza tan contada por siglos
entre judeocristianos del pecado original.
Claro,
seguro por estas ideas me colgaría de las bolas mi Amorsito, que tanto disfruta
el World Fashion, pues es su ocupación de vida el diseño de modas y la creación
de textiles para cubrirnos con arte y emoción. No tan básico, marxista y
naturalista como propone la utopía.
Hay
un momento en que bebés y niños nos agarramos los genitales para jugar,
disfrutar y porque da comezón. Ya con el tiempo nos reprimen de hacerlo en
público, ni siquiera está permitido rascarse, no se diga el mandato social de
ocultar una erección y las “porquerías” de masturbarse. Entonces, bajo el
pretexto de la desnudez los hombres que nos reunimos, lo hicimos para
divertirnos como escuincles, sin toda esa represión.
Luego
así, la reunión es para tomar el sol; sin la marca del calzón o de las
camisetas; hay comida y bebida, de la que cada quien lleva para compartir; y
juegos. Esta vez hubo dos. Meter el palito colgante (como diría de pequeña mi
ahijada) en la botella de refresco y el de la Ruleta , con castigos de contacto.
El
primero consistía en que dos equipos competirían por meter cada uno su lapicito
en el menor tiempo posible, por relevos. Atado a un listón, un lápiz. Con el
extremo superior del listón se amarraba al pene o a los huevos (testículos),
cada quien sus gustos, sus tamaños y sus habilidades. Con el colgante lápiz
cruzar el jardín y llegando a la botella medio vacía, detenerse y evitar que el
colgante y los genitales pendulearan para finalmente atinarle a la boca de la
botella con el lápiz. Que si de puntitas, que si de cuclillas, que si el
viento. Un trinche juego simple y baboso, para carcajearse hasta el ahogo.
En
el segundo juego, hacíamos girar la ruleta para conocer el castigo-premio que
el azar nos otorgaría. Había beso negro (simulado) con un besito en las nalgas.
Estaba el reto de simular lo que representara una atrevida posición sexual.
Otra era darse un abrazo cachondo, como el que se dan en las telenovelas de las
6pm William Levy y Kate Del Castillo, pero que hoy muchas personas
conservadoras no quieren ver en su cuadra o entre sus familiares. Otro era dar
nalgadas, un picorete en la boca o en el pene.
Hasta
ahora pienso en la limpieza de los genitales de cada uno. Yo me bañé y es la
regla del grupo, aunque no hay nada que lo garantice o lo certifique. Pero
también ahora me acuerdo de cuántas veces mi mamá viboreó a algunas de sus
primas, o amigas contándome cuán rancias grasas olían sus caras y cabelleras, y
que le tocaba olerlas al darles el beso en la mejilla. Pues no me tocó besar
penes, si nalgas y bocas. Nadie hizo la osada broma de echarse un pedo en ese
momento. Pese a mi inmunidad comprometida, me sentí súper seguro y cómodo. En todo
caso era más peligroso el frío del Ajusco para andar encuerado.
Los
amigos anfitriones, siempre espléndidos nos acogieron con mucho confort y
amenidades, más lo que llevamos. Hubo muchas barrigas llenas de espagueti a la
bolognesa, sándwiches de pavo, frijoles refritos, tostadas de tinga, pollo
rostizado, empanadas de muchos sabores, arroz con leche, sodas, licores, agua
fresca, pastel y café.
También
llegó el espíritu de Spencer Tunik, encarnado en un visitante veracruzano que
llegó de Puebla disparando su obturador para captar imágenes a diestra y
siniestra. Previo permiso de cada quien, puros voluntarios.
Yo
no me he gustado y menos encuerado, sin embargo me divierto mucho intentando
liberarme de eso. Así que hubo una espectacular sesión de fotos en un patio con
aire colonial, junto a una nopalera en la que estando en cuatro patas simulaba
que iba a morder una tuna en la penca. En esas andaba, en otra pose señalando
una mosca que vi cruzada por una espina del nopal, muy raro imaginar cómo es
que llegó volando a ¿suicidarse?, o no vio la espina… Pues otro tan pendejo
como la mosca vio perforada la yema de un dedo. No me di cuenta ni cómo me
espiné.
La
última parte de la reunión fueron charlas distintas de cómo es que llegamos a
la práctica del nudismo y a G Natura. Que si la sociedad conservadora y
represiva. Que si la búsqueda de la libertad de los hombres gay, que si somos
ultradiscriminadores entre nosotros. Este mar de temas revela cuánto nos hace
falta de información y de formación a los hombres gay para construir un modelo
de vida constructivo, participativo y que generara también información hacia
fuera de lo que somos, de cómo vivimos y de qué sentimos.
En
la sociedad existen muchos estereotipos, clichés, fantasías, leyendas de las
formas de vivir y de relacionarse de los hombres gay, que tienen cierta
realidad, cierto trasfondo, en donde casos aislados son generalizados y que
sólo a nosotros nos tocará revertir, transformar, educar, aprender.
Curiosamente
el closet o el armario, en el que algunas personas quisieran que viviéramos los
hombres gay; y por lo tanto, algunos hombres gay de esas familias se acogen y
someten; tiene mucho que ver en el factor detonante de las conductas
destructivas, de doble moral, de hipocresía que vulneran la dignidad de la
persona.
Encuerarme
en el Ajusco y tomar el sol, me dejó una quemada en la piel por no utilizar el
correcto bloqueador, y un golpe de fiebre por la noche con una tos exacerbada
por la deshidratación. Pero lo divertido, nadie me lo quita. Ya estoy vestido,
medicado y escribiendo para mi y todos ustedes.
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