Hoy conocí el primer testimonio de un sobreviviente de Covid19 fuera de mi parentela.
Un albañil de 51 años de edad, comenzó con síntomas de lo que creyó una gripa en julio pasado. Nunca ha dudado de la existencia de la Pandemia, pero percibe que muchos vecinos de su Pueblo, uno de tantos originarios en la Ciudad de México, lo consideran un rumor gubernamental para el control social y cree que de entre ellos, alguno de sus compañeros de buseta en su trayecto al trabajo fue el responsable de transmitirlo, pese a que él siempre usó el cubrebocas.
Una semana con antigripales, unas inyecciones del Dr Simi le hicieron “bien” las primeras dos, pero para la tercera todo había cambiado y había empeorado en su capacidad respiratoria. Su familia lo llevó al Hospital Gea González, donde recibió la información de consultar la aplicación telefónica que lo refirió al Hospital de Zona 8 del IMSS.
No tiene recuerdo de si su familia haya tenido dificultades para su ingreso al servicio, salvo el tropiezo en el primer Hospital que no era COVID. Las condiciones de oxigenación eran malas, por lo que lo recibieron aunque sintió que solamente le dieron el suplemento de oxígeno y la nutrición diaria.
No tiene certeza de los tiempos, su fiebre y el deterioro respiratorio fue en aumento por lo que tuvieron que trasladarlo al Hospital 32 también del IMSS, fue en ese momento de traslado que su familia y él tuvieron que despedirse con la incertidumbre de mejorar o no, dado que la evolución era negativa. Su inapetencia total, se obligaba a comer, iniciando por las verduras hervidas y dejando al final el calvario del pollo insulso. Por la oxigenación decreciente le advirtieron que tenía que realizar un ayuno de 3 días para ser sujeto de una intubación y recibir el apoyo de un ventilador, aunque todavía negado a firmar la autorización. Vio a sus compañeros de habitación fallecer, jamás vio el rostro de su Médica de la que reconocía voz y nombre, Itzel, quien le dio seguimiento continuo detrás del cubrebocas y mascarilla. En esos 3 días, habiendo pasado ya unos 20 días hospitalizado, tuvo una recuperación repentina, lo que impidió que fuera intubado, sin embargo, pese a tener una recuperación respiratoria gradual y constante, tuvo cinco días de diarrea, un síntoma que no había tenido en los más de 30 días de la enfermedad. Finalmente egresó tras 40 días de hospitalización, 1 semana en recuperación.
Hoy tiene suplemento de oxígeno en domicilio y medicación gratuita como toda la estancia hospitalaria. Sin tener una comorbilidad asociada, la libró. Sigue débil y sin recuperar completa su capacidad pulmonar. Al regresar al pueblo se fue enterando de otros muertos, médicos del pueblo también, y pese a estos casos, considera que sus vecinos siguen creyendo que todo es una magnificación orquestada por el Gobierno.
Así el transe por Covid19 de un trabajador de la construcción en Ciudad de México, donde a solas con el SARSCOV2 mantuvo una dura negociación, en la que seguramente su fortaleza física y el respaldo institucional del Servicio de Salud Público Mexicano, y la Médica Itzel, a quien ya conoció y a quien le calcula una joven edad de 25 años.
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